Año nuevo, Laboratori nuevo

18 DE ENERO DE 2022 | 746

El tiempo pasa y las cosas cambian. Y el Laboratori de Lletres se ha hecho mayor de golpe, porque acabamos de cumplir diez años y hemos cambiado el equipo y la dirección nada más entrar en el 2022.

Soy Laia Fàbregas, nueva directora en solitario del Laboratori de Lletres. Y en esta primera entrada del blog os cuento quién soy y de dónde vengo y también os presentaré el equipo que hemos consolidado para esta nueva etapa.

Lo que más me gusta es escribir novelas. Hasta ahora he publicado cuatro, escritas en tres idiomas originales diferentes (neerlandés, catalán y castellano) y traducidas también a otros idiomas. Pero no provengo de las letras, estrictamente hablando: estudié Bellas Artes en la Universidad de Barcelona y allí es donde aprendí todo lo que sé sobre la creatividad. Los que me conocéis ya sabéis que yo siempre digo que escribo novelas de la forma que me enseñaron a hacer esculturas (pero de eso ya hablaremos otro día).

Al terminar Bellas Artes, llené el coche de cosas y me fui a vivir a los Países Bajos. Allí trabajé en todo tipo de empresas, desde ayudante en una pequeña galería de arte cerca de uno de los típicos canales de Ámsterdam, pasando por el departamento interno de diseño gráfico de una empresa familiar de bombas hidráulicas hasta secretaria de dirección en el departamento de informática del banco Rabobank.

Cuando me cansé de ser secretaria en el banco pasé a ser secretaria en una consultoría. Allí pude entrar en un trayecto de aprendizaje sobre gestión de proyectos. Me certifiqué en la metodología PRINCE2 (quizás aquí nadie sabe lo que es, pero a principios del milenio, en los Países Bajos, parecía que era lo que todo el mundo tenía que aprender para dirigir proyectos); y pasé a formar parte de equipos de consultores destinados a empresas o instituciones (mayoritariamente del sector público) que necesitaban ayuda en proyectos de cambios organizativos o de implementación de nuevas herramientas informáticas.

Y así es como una licenciada en Bellas Artes de Barcelona fue a parar a la Policía de Ámsterdam. Pasé cinco años entre uniformes y aprendí un montón de cosas sobre gestión de personas y gestión del cambio. Mientras trabajaba en la Policía publiqué mi primera novela, en neerlandés, (porque vivía, pensaba y escribía en neerlandés) y tuve la suerte de que editoriales en catalán y castellano decidieron traducirla para que pudiera ver la luz aquí también.

En 2009, con ideas para una segunda novela y con ganas de empezar una nueva etapa, dejé los Países Bajos atrás y volví a casa después de doce años.

Llegué aquí con una mochila llena de conocimiento y con cierto miedo a no saber readaptarme a mi propia cultura. Había vivido doce años como una neerlandesa más y me sentía como en casa allí. Había aprendido a ser escritora, pero también me llevaba todo lo que sé sobre liderar equipos. Había tenido la oportunidad de crecer laboralmente y, después de hacer un poco de todo, había ido entendiendo cómo se motivan los equipos, a partir de hacerles partícipes de los retos y los logros y de trabajar duro para llevar un proyecto a buen puerto. Pero ¿podría hacerlo de la misma manera, todo eso, en Barcelona?

He tardado doce años más. Pero, finalmente, ahora podré poner en práctica, a mi manera, todo lo que aprendí.

Esta soy yo, pues: escritora i también gestora, de las que se remangan cuando es necesario. Escribo ficción, pero cuando hago de gestora también escribo otras muchas cosas, como todo el mundo. En el trabajo, soy escritora de planes de proyecto, de correos electrónicos, de textos para web, de artículos para el blog e, incluso, si es necesario, de código html.

Y a partir de este enero soy la cara visible al frente de esta empresa, el Laboratori de Lletres, que quiere ayudar a hacer novelistas, cuentistas, poetas o guionistas. Y que también quiere trabajar con las escuelas y los institutos, para que los jóvenes conozcan el oficio de escritor y encuentren un resquicio de creatividad que les ayude a abrir su interés hacia la lengua y la literatura.

El Laboratori de Lletres también quiere ayudar a las empresas a escribir mejor, a comunicarse mejor, a tener más confianza a la hora de redactar y a encontrar el tono y el estilo que las hará ser más ellas mismas y no una versión encorsetada de lo que parece que debe ser una empresa cuando se comunica.

Para hacer todo este trabajo tengo dos manos derechas imprescindibles (o una derecha y una izquierda sin prejuicio de la izquierda) que son (en orden estrictamente alfabético) Tam Galbis y Montse Godoy.

Tam Galbis es filóloga hispánica y una docente excelente. Como yo, también ha hecho un poco de todo, porque ha trabajado, por ejemplo, dando clases de técnicas de estudio y escritura a niños con TEA, tuvo durante ocho años empresa propia –un quiosco en el Eixample derecho y una librería de segunda mano–, ha dado clases de castellano para extranjeros en varias empresas y, desde que trabaja en el Laboratori de Lletres, ha coordinado horarios y asignación de docentes para todos los cursos regulares de la escuela, al tiempo que imparte cursos de redacción y estilo para particulares y cursos de redacción eficaz para empresas.

Tam es nuestra docente de referencia para empresas y es la persona que ha profesionalizado todo el diseño, estructura y contenido de los cursos técnicos para empresas. Cuando Tam habla de la estructura de una frase o del uso inapropiado de los gerundios, verás que sabe de qué habla porque lo dice con pasión por las normas, a la vez que te explicará la mejor manera para entenderlas y recordarlas. Y todo lo que, hasta ahora, quizá parecía incomprensible o imposible de recordar te parecerá tan fácil como recordar la tabla de multiplicar del siete.

Es decir que, si necesitas un curso de escritura para tu empresa, lo más probable es que las primeras reuniones para definir tus necesidades y el enfoque del curso serán con Tam y conmigo.

Si Tam es nuestra referente en la técnica y en la lengua, Montse Godoy es la mejor controlando los números. Montse estudió biología, pero pronto cambió de carril y se pasó a la contabilidad. Montse es, pues, la de las facturas y cierres trimestrales. Pero también es quien atiende la mayoría de las llamadas y todos vuestros mensajes que piden información sobre los cursos. Montse pregunta, escucha y asesora sin prisas y con toda su atención sobre qué curso le va mejor a cada alumno. Ella es quien mejor sabe quiénes son nuestros alumnos. Os conoce, os recuerda y os mima siempre que puede.

Pero Montse también es la persona de referencia para las bibliotecas y las escuelas que nos piden cursos y proyectos educativos. Sabe cómo se llama la bibliotecaria de Tiana y el bibliotecario de Barberà del Vallès, sabe qué curso funcionó bien el año pasado en una punta de Cataluña y sabe que, tal vez, ese proyecto también le funcione a la escuela que ahora llama para pedir asesoramiento desde el otro extremo del territorio. Y, si es necesario, propone que la escuela de Figueres se llame con la escuela de Tortosa para asegurar que las buenas referencias son consistentes.

Por tanto, si quieres un curso de los nuestros para aprender a hacer novelas o cuentos, o un curso para tu biblioteca o centro educativo, sólo tienes que llamar y preguntar por Montse, ella te ayudará.

Y todo el trabajo de este pequeño equipo no tendría sentido si no tuviéramos el equipo de docentes que tenemos: profesionales de la escritura, la comunicación y la lengua. Escritoras y escritores con obra publicada y (un buen puñado) también premiada, filólogos, lingüistas, correctores y traductores que disfrutan y se esfuerzan por dar lo mejor a alumnos, empresas, escuelas y bibliotecas.

En definitiva, el Laboratori de Lletres de 2022 sigue siendo algo de lo que ya era, una escuela de escritura de ficción para particulares, de técnicas de redacción para empresas y de chispas de creatividad para las escuelas e institutos.

Pero lo haremos algo mejor que hasta ahora. Porque dedicaremos más tiempo a explicar quiénes somos, qué hacemos y cómo lo hacemos, porque nos gusta la idea de familia, de casa, que el Laboratori de Lletres no sea sólo nuestra 'casa' sino también la vuestra y, para que os sintáis como en casa, tenéis que saber quién vive aquí, quiénes somos, y qué hacemos Montse, Tam y yo: el equipo que gestiona la casa.

Buena entrada de año, amigos.

Laia Fàbregas